24.3.11

La diversidad diversificada

Resulta que estoy sin trabajo formal y como consecuencia de la lentitud de los S.A.D. de toda la pcia. (porque juro que anduve por varios distritos, cerquita y lejos) volví a mi antigua actividad, las clases de apoyo.
Érase 2006... o 7... cuando no me daba el porcentaje de materias de la carrera para trabajar en escuelas que empecé a dar clases particulares en un centro: hacía maravillas. Tenía 3 alumnos de 1° de la misma escuela que en octubre llegaron sin saber leer y escribir. Alternaba con chicos de segundo ciclo y secundaria que caían un día antes de la prueba integral de matemática. Una osada. Una loca. A veces no daban los horarios y se superponían 15 min. de clases, entonces en una punta de la mesa se sentaba una nena chiquita a la que yo le decía "MA-RI-PO-SA" gesticulando excesivamente y golpeando la mesa en cada sílaba para que pueda pensar cuántas letras escribir; por el otro costado, algún adolescente que esperaba la corrección de una ecuación de segundo grado.
Más allá del esfuerzo que me llevaba me sentía bien, con un poco más de agilidad mental, con todos los temas escolares al alcance de mi mano cuando cualquiera los requería. Pero convengamos que pasaron muchos años, la actividad en la escuela especial es distinta y los años comenzaron a pesarme... me olvido de las cosas, tardo mucho en encontrar datos en mi mente y salgo corriendo a consultar libros y manuales viejos (no sé qué me espera cuando llegue a los 60).
Sin embargo, las circunstancias me llevaron a volver a las raíces y desde hace 15 días soy la maestra particular de una nena de 12 años. Tiene nombre de princesa de Disney. Su hipoacusia le dificulta un cachito su desempeño en clase, pero hace un esfuerzo terrible y su mamá decidió acompañar tal voluntad con 3 horas semanales de mi ayuda.
Y ahí estamos. Le encanta charlar, es muy observadora, tiene muy buena memoria visual. ¡Todo lo contrario a lo que estoy acostumbrada! ya que siempre trabajé con chicos discapacidad visual y las dificultades y formas de aprendizaje son todo lo opuesto. Así que es todo un desafío... el lenguaje, la escritura, el nivel de atención, las estrategias que vamos a tener que usar...
Por suerte es muy independiente, tiene iniciativa propia, buena onda y tiene re claro mi rol y el suyo. Tendremos que ahondar en la comprensión de textos y en la escritura, pero le tengo fe... ¡me tengo fe!