Hoy vino Hermi a visitarnos a la escuela. Era auxiliar, se jubiló a fin de año pasado... de más está decir que la amamos. Veintimuchos años en la escuela, vio pasar directivos, maestros, practicantes, residentes, alumnos, de a montones... y todos, todos, tenemos algo lindo para decir de ella.
Bajé del 78, crucé ligerito la avenida, caminé dos cuadras a "zancadas" como dicen por allá, y Hermi me llamaba desde unos pasos más atrás... yo, colgada de una nube, como siempre, no la escuché. Recién la noté cuando subió la escalera y esperábamos a que nos abrieran la puerta. Entré, la saludé a Estela y le dije re contenta "¡mirá a quién te traje!". Le contagié la alegría... luego se sumó Sabri al abrazo grupal.
Muchos mates herminderiles, charlas, risas y sonrisas. Una hermosa tarde.
Y para terminar la jornada: "Vamos, Rosita, te llevo hasta la parada del colectivo" y José Luis terminó estacionando en la puerta de casa.
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