31.5.11

Gratas sorpresas

Hoy se portaron ruidosamente mal, peeero... fiel a mis principios, debo rescatar las cosas positivas... y esto es lo que escuché:
Tito: "¡Seño! ¡la plantita! ¿puedo ir a cambiarle el agua?". Desde que la llevé, hace ya un mes, nadie se preocupó demasiado... igual no necesita muchos cuidados, un mini potus en agua que a lo sumo hay que cambiarla cada 15 días, por las dudas. Pero a alguien hoy le llamó la atención... debe ser porque está muy bonita y contentísima de estar en la escuelita y con algunas hojas nuevas.
Fer: "No tenemos ganas de salir al recreo, ¿nos podemos quedar trabajando?". Y yo, re desconfiada, los miraba desde el patio a través de la puerta abierta... ¿y saben qué? ¡no dejaron de trabajar!
Tito otra vez: "Seño, mirá, sacale una foto". Orgullosísimo de su trabajo con masa de sal que le sobró a Mauro, una obra de arte en 3D, con sol incluído. 
Marcela (la dire): "Rosa, llegó una donación de libros, fijate cuáles les sirven a tus chicos y separalos. Cada uno va a tener el suyo, para trabajar todo el año, llevar a casa, que los papás participen, están muy buenos". Otra gran noticia. Lindos, buenos y para todos. Mañana terminaré de decidir con cuáles vamos a trabajar este año. ¡Propongo un potpurri de páginas!
Ya vamos llegando a la mitad de la semana... no veo la hora de estar disfrutando del finde pero cositas así recargan energías.

26.5.11

¡Quiero que me amen!

No me lo propuse, pero inconscientemente lo logré.
Dire, vice, asistentes sociales y educacionales, mamás, chicos... todos están encantados. No sé por qué.... bah, sí sé, pero igual me resulta extraño. No hago más que hacer mi trabajo. Sin desvivirme en vano, sin excesos ni exageraciones, pero sí con ganas y responsabilidad. No hago más que lo que se debe, pero parece que eso es muchísimo. Comentarios, felicitaciones, agradecimientos... todo eso que hace engordar un poco el ego. Obvio que no me voy a poner a dieta, no a ese tipo de dieta... Y bueno... a mí me sirve porque me siento bien, trabajo cómoda, tengo el OK de todos, me valoran, me hacen sentir que aunque soy nuevita puedo adaptarme y trabajar a la par del resto que tiene tantos años de experiencia...
Esto recién empieza, todavía me quedan superar algunas pruebas con metas meramente personales, pero más tranquila ya... "tiempo al tiempo", me repito todas las tardes... no quiero pasarme de revoluciones...

20.5.11

La vida misma

Hoy me topé con una situación horrible.
Ya la chicas me habían contado que Fer vive practicamente en la calle, que todas las tardes-noches cuida autos en el estacionamiento de un shopping de Pilar junto a su mamá hasta la madrugada, y que muchas mañanas las pasa en el tren pidiendo monedas. Hasta ahí, un presente feo, pero qué sé yo... Siempre traté de ver el lado positivo: a pesar de faltar mucho, las veces que Fer viene a la escuela es porque él quiere, es porque él decide venir, caminar unas cuantas cuadras, entrar y compartir una tarde conmigo y sus compañeros. Y como si fuera poco, trabaja como nadie. Pide que le dé tarea, "muchas cuentas" difíciles, trae materiales para trabajar en artística sin que nadie le pida nada y además propone cosas geniales para hacer.
Esta tarde viajé con dos compañeras en el tren desde Del Viso. Charlábamos de lo larga que se había hecho la semana, especialmente la tarde del viernes, cada una comentando cosas de sus alumnos, cual catarsis pre-finde para arrancar el descanso livianitas de problemas escolares. Y en eso pasó él, pidiendo moneditas. Nos vio, se dio cuenta que éramos nosotras y corrió hasta el otro vagón. A los pocos segundos pasó para el otro lado, ligerito, con la capucha puesta, tratando de pasar desapercibido ante mis ojos. Y a mí se me estrujó el corazón...
Pensarán ¿por qué?, si hay cientos de chicos que piden en las calles, incluso en peores condiciones y es tan común que nos acostumbramos a ignorarlos. ¿Por qué? Porque no era cualquier chico, es mi alumno, mi protegido, mi proyecto de mejor persona de este año, todas mis expectativas de progreso, mi fe puesta en él, mi Fer.
Las chicas bajaron en Polvorines, deseándome un lindo fin de semana. Al rato escucho mi nombre, a lo lejos. "ROSA! ROSITA!" y lo veo a Fer esconderse entre grito y grito detrás de un asiento. Al rato bajó en una estación, con dos chicos más... cuando el tren arrancaba, subieron de nuevo. Y así dos o tres veces más, hasta que finalmente desapareció por Grand Bourg, saludándome con la mano desde el andén, esbozando una sonrisa. Lo saludé de la misma manera, también con una sonrisa pero el alma triste...

14.5.11

Hay equipo

Y finalmente llegó el momento de hablar seriamente. Tuvimos reunión de equipo. Justo ese día fueron todos los chicos, así que los dejé con actividades mientras la preceptora muy amablemente los cuidaba. Nos amuchamos con Erica y Marina en una oficinita que parecía sacada del cuento de Alicia en el País de las Maravillas. Allí estaba yo cargando mi cuaderno de apuntes y carpetas, cuadernos y trabajos varios de los chicos. Me tocaba hablar a mí, contarles a "mis referentes" qué había observado en estos 15 días para ir delineando un nuevo proyecto de trabajo. Y lo que observé fue variado, muy distinto a lo que me habían contado o había leído por ahí. Con la mayoría de los chicos hay que empezar desde cero, directamente a alfabetizar. Surgió el tema de Sergio, que no habla castellano... las chicas me propusieron pedirles ayuda a las profes de sordos, que utilizan estrategias que bien podrían servirme para comunicamerme mejor con él. Luego me hablaron del proyecto común a toda la escuela, que este año trata del cuidado del medio ambiente (temática con la cual me siento poco cómoda, seré sincera, teniendo en cuenta que hay cientos de aspectos mucho más básicos y urgentes que tratar... pero bueno, ya le encontraré la vuelta). Los diagnósticos se hacen teniendo como referencia la inteligencias múltiples (esto me encantó, tanta teoría por fin aplicada!!). Y por último, la noticia de color: el martes próximo nos vamos a Temaikén. Ah, y la vice me dijo que pensara salidas, que no hay problema, a donde quiera, siempre y cuando sean económicas: "nosotras organizamos todo, nos subimos al tren con los chicos y allá vamos", a donde sea. ¡Buenísimo! tendré que ponerme a investigar las opciones cercanas y algunas no tanto.
Justo en medio de la charla apareció Gustavo, el profe de antes que ahora está haciendo una suplencia en las horas de Educación Física. Muy buena onda, me dio la bienvenida y me dijo que cualquier cosa que necesite saber de los chicos, le pregunte. Ok... la verdad es que me había hecho un preconcepto poco feliz de su desempeño (que en algunos aspectos aún mantengo) pero lo cierto es que verlo y conversar un poco con él me hizo comprender muchas cosas. "A mí el año pasado me dieron un grupo de mentales... y yo soy profe de visuales. Era re difícil trabajar, todos los días había que empezar de cero... faltaban mucho además. A fin de año terminé agotado, ya no quería saber más nada. Después te voy a traer mis informes finales, por si te sirven... están así nomás, multiple choice, pero para que veas... Y cualquier cosa que necesites preguntame, yo por unas semanas voy a estar por acá". Y ahí me cerró todo. Era el mismo sentimiento, pero la única diferencia es que él estaba desmotivado y se estaba yendo y yo, llegando con toda la energía para intentar cambiar las cosas.

11.5.11

El idioma del amor?

Facundo, un adolescente sordo de la escuela, me tiene loca. Pero en el buen sentido de la expresión. Todos los días viene a mi salón a saludar desde la puerta y a preguntarme cuántos alumnos vinieron. Yo no sé nada de lengua de señas, pero Facu me tiene toda la paciencia y se hace entender igual. A veces viene a chusmear mi armario ordenadito (sí, parece que es re llamativo), otras veces viene a ver los carteles con los nombres de mis chicos o a decirme que no quiere juntarse con uno de ellos porque le pega en los recreos. Hoy vino a pedirme una tiza... y permiso para dibujar en el pizarrón... y saben qué? dibujó un corazón! Y me regaló una sonrisa,  un pestaneo de ojitos simpáticos y un abrazo que me alegraron inmensamente la tarde.

10.5.11

Mamás de mis alumnos comentan a la salida de la escuela que los chicos están fascinados con "la seño nueva". ¡Imaginate mi sonrisa!

6.5.11

Totalmente instalada

Sí, sí. Ya copé el armario y la estantería. En el primer estante puse mi taza de ositos, saquitos de té y sobrecitos de edulcorante. Feliz. Tengo MI salón y MI armario, desde hace 10 días y (por lo menos) hasta fin de año.
Estoy a cargo de un grupo de 6 varones, todos ellos con impedimentos visuales y algunas cosillas más. Edades? de 9 a 15... 16. Me vuelven loca, sí, pero son más las satisfacciones que los dolores de cabeza. Y eso que todavía no me organicé del todo, no pude empezar a planificar porque estoy en plena etapa de diagnóstico y haciendo material didáctico inclusive mientras voy viajando en el tren.
Y claro, no había nada. Un armario lleno de cosas mezcladas... papeles, revistas, hojas con trabajos de los chicos con fecha 2009, libros, un mate, una foto y un perfume del antiguo profe.
Tito me ayudó a limpiar y ordenar. Él, con 14 añitos me daba consejos sobre qué cosas servían y cuáles eran mejor tirar. Llenamos dos bolsas... el resto quedó prolijito, acomodado en medio armario.
Mauro, de 9, es quién más atención me demanda. Es ciego y todo le interesa saber. Pero todo, todo, eh... qué tienen adentro los televisores, cómo funcionan las radios, para qué sirven las pilas, por qué cuando hay tormentas se corta la luz y se escuchan truenos... partiendo de esas temáticas, todas las que imaginen.
Fer tiene 12, vive prácticamente en la calle, pero es bastante responsable en clase. Esta semana les propuse tener una hora de arte por semana, si les interesaba la idea, por supuesto. Enseguida agarró una revista del armario, buscó un proyecto que había visto para hacer un "cocodrilo organizador de cd´s" y me dijo "podríamos hacer esto, es re fácil, se necesitan unas cajas, tubos de cartón, diarios y pinturas, nada más". Al día siguiente apareció con una pila de diarios que guardamos en una caja para ir recolectando materiales.
A Walter lo vi dos veces nada más... es el mayor y el más tranqui, fiel amigo de Tito.
Sergio es con quien más me cuesta relacionarme, tenemos un pequeño problema de comunicación... además de su retraso intelectual moderado, el niño (no tan niño, creemos que tiene 13 años) habla en guaraní. Más allá de que nadie conoce ni media palabra en su lengua natal, él decidió que la única forma de relacionarse con el resto es a través del contacto físico poco amable: sí, golpes. Pero bueh... me tengo fe, todavía estamos a tiempo de revertir ciertas costumbres.
Y Pablo! Un gordis hermoso, también de 9, que viene dos veces por semana para que lo ayude con la tarea de la otra escuela.
En fin... ese es mi grupete. Mío y solo mío. Me consumen mucha energía, pero no dejo de pensar en cosas para ellos, para que jueguen, aprendan, pasen un lindo rato en la escuela y tengan ganas de volver al día siguiente. Sobre todo eso. Cuesta, es agotador, estresante, a veces no sé cómo hacer, pero por suerte fui muy bienvenida en la escuela, por todos... sí, todos esperaban a que llegara "Rosita, la profe de ciegos", a quien nadie realmente conocía más que por escucharla nombrar... y ¡zaz!, a pesar de los inconvenientes y problemitas en el medio, llegué. Y acá estoy. Feliz, feliz, feliz... =)